Fuente: news.discovery.com
Hallado el Ejército Perdido de Cambises
11 miércoles Nov 2009
11 miércoles Nov 2009
Fuente: news.discovery.com
09 lunes Nov 2009
Fuente: Science
03 martes Nov 2009
03 martes Nov 2009
Como si de un capítulo de CSI se tratara, un equipo de científicos ha conseguido resolver el misterio de la muerte de Sue, el más grande, completo y mejor preservado ejemplar de Tiranosaurus rexencontrado hasta ahora. Una de las principales hipótesis apuntaban a que el famoso dinosaurio, atracción estrella del Museo Field de Chicago, salió derrotado en un cruento combate con otro sangriento congénere, pero la realidad parece mucho más prosaica. Al parecer, fue un humilde parásito -común entre las aves actuales- el que consiguió tumbar a una bestia de trece metros de largo y siete toneladas de peso.
La cabeza y la mandíbula de Sue muestran las cicatrices causadas por el parásito
Los restos de Sue muestran unas curiosas incisiones en la mandíbula que muchos atribuían a las señales de un choque de titanes, posiblemente a la pelea con otro T. rex. Tras estudiar los restos, científicos de la Universidad de Queensland(Australia) llegaron a otra conclusión. Los investigadores creen que Sue padecía tricomonosis, una enfermedad provocada por el parásito Trichomonas gallinae, un protozoo unicelular que algunas aves modernas, como las palomas, albergan casi sin enterarse, aunque sí afecta más a las rapaces. La infección en la garganta y en la boca de Sue pudo haber sido tan grave que el dinosaurio era incapaz de tragar y murió de hambre.
«Es irónico pensar que un animal tan aterrador como Sue probablemente murió por la infección de un parásito. Nunca volveremos a mirar igual a una paloma», apunta el investigador Steven Salisbury. El científico y su equipo analizaron la mandíbula de Sue y las de 60 especímenes de tiranosaurio. Casi el 15% mostraba lesiones que previamente se habían atribuido a mordiscos, pero que podían haber sido causadas por infecciones bacterianas. Estos agujeros medían de 0,5 a 2,5 centímetros.
Las citratrices de peleas entre tiranosaurios y otros dinosaurios son habituales, pero difieren notablemente de las lesiones de tricomonosis, según Ewan Wolff, un paleontólogo de vertebrados de la Universidad de Wisconsin en Madison. Los agujeros que hace el parásito son más limpios y de bordes lisos, mientras que los mordiscos son desordenados, con perforación del hueso. Como se sabe que los tiranosaurios luchaban entre sí y a veces incluso tenían prácticas caníbales y se devoraban unos a otros, el parásito pudo expandirse de esta forma. Como no hay evidencia conocida de tricomonosis en otros dinosaurios, los investigadores creen que los tiranosaurios fueron la fuente de la enfermedad y la transmitieron al entorno.
Los resultados del estudio, que publica la revista PLoS ONE, refuerzan las múltiples conexiones que existen entre los dinosaurios y las aves.
Fuente: abc.es
03 martes Nov 2009
Un matrimonio de paleontólogos norteamericanos ha descubierto «la versión biológica de un tanque militar», una nueva especie de dinosaurio, concretamente de un anquilosaurio herbívoro, quehabitó en la Tierra hace 112 millones de años, durante el Cretácico, en lo que hoy es Norteamérica. El animal medía hasta 6 metros de longitud y tenía el cuerpo acorazado, cubierto de centares e incluso miles de placas óseas.
El hallazgo, publicado en la revista Canadian Journal of Earth Sciences, demuestra que este nuevo espécimen, al que han denominado Tatankacephalus cooneyorum, que significa cabeza de bisonte, pertenece a la «familia» de los anquilosaurios, una especie acorazada con una gran armadura en su cuerpo. El dinosaurio presenta una especie de armadura con dos partes, una a cada lado de la cabeza, compuesta por crestas picudas y un cráneo muy espeso que ni los «raptores» eran capaces de destrozar.
La pareja de investigadores, Bill y Kris Parsons, encontró el 90 por ciento del cráneo en las colinas de Cloverly (EE.UU.), por lo que este fósil pudo clasificarse como una nueva especie. «Se trata del primer anquilosaurio que se ha encontrado del Cretácico temprano», ha afirmado Bill Parsons. Partiendo de los restos hallados de su cráneo, varias costillas y una vértebra, los expertos han recreado el aspecto que podría tener este dinosaurio, incluyendo varios cuernos que le servían de protección alrededor del ojo y en la mejilla.
Así, el experto ha situado a este fósil como una especie «puente» entre un anquilosaurio del Jurásico temprano y el más conocido, perteneciente al Cretácico tardío. Hasta el momento, se creía que los anquilosaurios habían habitado en la Tierra en las últimas etapas del Cretácico, hace 68 millones de años.
Fuente: abc.es
30 viernes Oct 2009
30 viernes Oct 2009
Científicos españoles han resuelto el misterio de una de las sonrisas probablemente más conocidas del mundo, la de la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci. Y es que, uno de los mayores encantos que recoge esta imagen es que cambia en función de cómo se la mire, puede estar tanto radiante y sonriente, como seria.
El estudio, publicado en ‘New Scientist’, responde a estos ‘cambios de humor’ de la protagonista: el ojo humano es capaz de enviar señales mezcladas al cerebro. Es decir, la sonrisa de Mona Lisa es de una u otra forma en función de cómo las células situadas en la retina tomen la imagen y del canal del cerebro humano por el que sean transmitidas.
El investigador español y líder del proyecto del Instituto de Neurociencias de Alicante, Luis Martínez Otero, explica que algunas veces un canal de transmisión cerebral gana a otro y se capta o no la sonrisa. En concreto, en el ojo humano hay células diferentes para identificar colores, contrastes, entre otros aspectos. Además, algunos ‘se enfrentan’ con las visiones centrales y otros con las periféricas, recoge ‘Telegraph’.
«Dependiendo de la célula que capte la imagen primero será uno u otro canal el que la transmita al cerebro para posteriormente interpretarlo», explicó a la vez que señaló que Leonardo Da Vinci escribió en uno de sus libros que estaba intentando pintar expresiones dinámicas porque era lo que él veía en la calle.
No obstante, esta no se trata de la primera vez que científicos internacionales tratan de descifrar esta obra maestra. El estudio ya fue presentado en el encuentro anual de la Sociedad de Neurociencia celebrado en Chicago.
Fuente: larazon.es
29 jueves Oct 2009
Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos.
En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un transfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.
La palabra Halloween (pronunciado [ˈha.lo.wiːn]) es una derivación de la expresión inglesa All Hallow’s Eve (Víspera del Día de los Santos). Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido. La fuerza expansiva de la cultura de EE. UU.ha hecho que Halloween se haya popularizado también en otros países occidentales.
El día se asocia a menudo con los colores naranja y negro y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o’-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y el visionado películas de terror.
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el “Año Nuevo Celta”, que comenzaba con la estación oscura.
Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, perminitendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro.
El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno. Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaba y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.
Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.
Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de las celebraciones.
En una época en la que predominaban las festividades «paganas», los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue transladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los «Jack-o’-lantern» (calabaza hueca con una vela dentro) [cita requerida], inspirada en la leyenda de «Jack el Tacaño» .
Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.
La internacionalización del Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión. En 1978, se estrenaba en EEUU y en el mundo entero La Noche de Halloween, de John Carpenter; una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror de serie B; con innumerables secuelas e imitaciones.
Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo en el continente americano (Estados Unidos y Canadá). Los países latinoamericanos, aunque conocen la festividad de Halloween, tienen sus propias festividades y tradiciones ese mismo día aunque coinciden en cuanto a su significado: la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos.
En Europa son muchas las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo con el que Estados Unidos concibe Halloween —celebrándolo con fiestas y disfraces. Aunque en algunos lugares, como Inglaterra, la fiesta original ha arraigado de nuevo.
El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas.
Leyendas y costumbres de Halloween
Se dice que la noche de Halloween, la puerta que separaba el mundo de los vivos del Más Alláse abría y los espíritus de los difuntos hacían una procesión en los pueblos en los que vivían.
En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.
Originalmente el Truco o Trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de Jack O’Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas, el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).
Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco» en castellano por el inglés «trick» y «trato» literalmente por «treat», en el caso del «Trick-or-treating» no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo «dulce o susto».
En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «dulce o truco» o «dulce o travesura» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín
El origen de las famosas calabazas talladas deviene de una leyenda de origen celta (a caballo entre Irlanda y Escocia) sobre Jack «El Tacaño» (Stingy Jack en el original inglés), un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos. Esta conducta le consiguió toda clase de enemistades pero también una reputación de persona tan malvada que rivalizaría con el mismísimo Satanás.
El Diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre. Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Cuando Lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad. El Diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.
Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo pero de nuevo Jack pidió un último deseo, en este caso que el Diablo cogiera una manzana situada en lo alto de un árbol para así tener su última comida antes de su tormento. Lucifer accedió, pero cuando estaba en el árbol Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión Jack le pidió no ser molestado en diez años, además de otra condición: que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.
Su destino no fue mejor: tras morir (mucho antes de esos diez años pactados), Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al Infierno. Para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el Diablo, y éste le expulsó de su reino y le condenó a deambular por los caminos con un nabo hueco con un carbón ardiendo dentro como única luz que guiara su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o «Jack of the Lantern», nombre que se abrevió al definitivo «Jack O’Lantern». Esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que Jack llamara a la puerta de las casas y proponer Truco o trato).
Fuente: zaragozaonline.com
28 miércoles Oct 2009
París. (EFE).- Los océanos de la Tierra no deben su origen a la actividad volcánica de nuestro planeta, como se creía, sino a la colisión de asteroides gigantes hace millones de años, según el estudio de un experto del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), recogido en la revista «Nature«.
Esas son las conclusiones que ha hecho públicas hoy el CNRS, a tenor de las investigaciones del científico Francis Albarède, quien sostiene que «asteroides gigantes cubiertos de hielo» chocaron contra la Tierra entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta. Según la tesis de Albarède, la colisión de estos cuerpos helados extraterrestres provocó además un movimiento de las placas tectónicas que favoreció la creación de los continentes y los océanos, condición probablemente necesaria para la aparición de la vida, indica el CNRS en un comunicado.
Este fenómeno sería también responsable de la formación de la atmósfera, hasta ahora atribuida a los «vapores emitidos durante el amanecer de nuestro planeta». Según el investigador francés, esos impactos pudieron también repetirse en Marte, pero «el agua se habría secado antes de llegar a penetrar en profundidad», mientras que en lo que a Venus se refiere, nadie sabe cuáles eran las condiciones del segundo planeta del sistema solar antes de que una intensa actividad volcánica remodelase su superficie.
Los científicos sostienen que treinta millones de años después de la formación del sistema solar, la Tierra fue objeto de un impacto lunar que dio origen a nuestro planeta y a su satélite. Sin embargo, dicha colisión no pudo ser responsable de la formación del agua, pues los vientos electromagnéticos y el joven sol «eran todavía demasiado calientes para que el agua y los elementos volátiles se condensaran», sostiene Albarède. «La llegada masiva de elementos volátiles a nuestro planeta correspondería a un fenómeno que se desarrolló algunas decenas de años después del impacto lunar», agregan las explicaciones del CNRS.
Fuente: lavanguardia.es
28 miércoles Oct 2009